Y si te digo que hay un parque a
las fueras de Agurain, pero muy cerquita, apenas a un kilómetro, que tiene unos
senderos preciosos, donde la gente puede pasear, o hacer deporte, con zonas de
sol y de sombra. Un pequeño bosque de pinos que se mezclan con Arces, Álamos y
también algún Tejo. Con bancos donde poder sentarte a descansar, papeleras
repartidas por todo el parque y una fuente con agua para poder refrescarse.
Tiene unas vistas de la Sierra de Elgea, Aizkorri y Alzania espectaculares.
Desde allí puedes ver una panorámica de Agurain preciosa. Si vas al atardecer y
no metes mucho ruido podrás ver una pareja de corzos bajar a la balsa de riego
a refrescarse, cantidad de clases de pájaros. Pues si…es el parque de Galzar.
Pero cuando llegas allí te
encuentras otra realidad.
El acceso al parque es una parcelaria llena de baches, agujeros y piedra suelta. La entrada te recibe con maleza y suciedad, tónica casi general en todo el parque. Con algún tramo del sendero cortado por la maleza y hierbas, árboles caídos y en muy mal estado. Bancos en los que no te puedes sentar, pues la vegetación se ha apropiado de ellos, papeleras llenas, a las que solo vacía el viento de vez en cuando. La fuente pasa de estar echando agua continuamente durante días y días a no echar ni gota.
Basura, plásticos, suciedad, sensación de abandono y dejadez.
Esta misma realidad la podemos contemplar en el Alto de la Nevera, Pedroko, Sorginetxe, Chopera Euroclor, Cañada Opakua, etc…
No es el primer escrito que
presento al ayuntamiento mostrando mi preocupación ante este tipo de acciones
medioambientales, siempre desde el respeto y con la intención de que se mejore
y se pueda solucionar, nunca desde el criticar por criticar.
Pero también las respuestas desde
el ayuntamiento no son ni razonables ni creíbles, incrementando en mí, cada vez
más la sensación de dejadez y falta de compromiso.
ESKERRIK ASKO
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