PEKU
Mi primer contacto con esta ave fue hace muchos años,
todavía no había llegado a la adolescencia y recuerdo estar caminando entre
Opakua y Alangua con mi aita cuando nos detuvimos a escuchar un canto que
provenía del bosque. Ese canto era repetitivo y me pareció fascinante, pero todavía me lo pareció más cuando me conto
que si escuchas el canto del Peku con algo de dinero en el bolsillo, este no te
faltara durante todo el año. En aquel momento yo no tenía ni una peseta, creo
que mi aita llevaba algo suelto en el bolsillo. Intentamos una y otra vez verlo
pero nos fue imposible, solo pudimos escuchar una y otra vez su fascinante
canto “cu-cu...cu-cu…cu-cu…”.
Con el paso del tiempo fui conociendo otras peculiaridades y
facetas de este singular pajarillo.
Cuculus Canorus, Cuco Comun, Cuco, Cucu, estos son algunos
de los nombres con los que se conoce a esta mediana ave. Aunque yo con el que
me quedo es con el que me enseño mi aita, “PEKU”. Así es también como se
conocen a los vecinos de Opakua (Araba), un pueblo que pertenece a las
Ergoienak de Agurain. Gentilicios populares, (Motes) abundantes y ricos en los
pueblos de Alava.
Otras de las cosas que aprendí en mi casa, fueron que
oficialmente la primavera llegaba el 21 de Marzo pero hasta no ver u oír el
canto del Peku no se daba por oficial el inicio de esta estación. Es por estas
fechas cuando llega a nuestros bosques y con sus cantos nos indica que comienza
la primavera, en la actualidad con el giro que está dando el cambio climático,
cambio de temperaturas, contaminación etc… estas fechas están siendo bastante
alteradas, aunque de momento a finales de Marzo primeros de Abril seguimos
escuchando este conocido CU-CU…CU-CU…
Es especial, misterioso, inteligente, canalla, impostor y único. Es el único animal que puede
pronunciar su nombre, también es el único animal capaz de engañar a otra
especie, si si , así es. Aprovecha el
despiste de otras aves (Carricero o Petirrojo generalmente), para dejar sus
huevos en sus nidos y dejar que los críen y alimenten. Son los propios
polluelos los que al nacer se encargan de desalojar del nido los huevos y crías
de sus hospedadores.
La escena sería la siguiente: una hembra de cuco, situada a
una prudente distancia del nido que ha elegido para depositar sus huevos,
espera hasta que su anfitrión comience a poner los huevos; después aprovecha el
momento en que el nido esté vacío para retirar uno de los huevos y reemplazarlo
por el suyo. A partir de este momento se olvida de la futura cría y continúa
buscando nuevos nidos en los que repetir la operación. Suele ocurrir que el
huevo de cuco eclosiona antes que los huevos del hospedador, momento que el
pollo del cuco aprovecha para lanzar fuera el nido los huevos, o pollos, de su
anfitrión. La cría de cuco crece rápidamente, y no es raro que su tamaño sea
mucho mayor que el de sus padres 'adoptivos' cuando este deja el nido. Es capaz
a la hora de poner su huevo, de imitar el color del de su víctima, es un
auténtico especialista.
Hay multitud de creencias en Euskal Herria en relación con
el cuco:
-Escuchar su canto después de Agosto presagia la muerte.
-El número de veces que escuches su cu-cu serán los años que
te queden de vida, los que te queden para casarte o para tener familia. Según
la zona o pueblo.
- Su canto se creía que era sanador, pues si un moribundo lo
escucha primero, sanaba.
- También para hacer predicciones meteorológicas, si canta
un numero par, tormentas y si lo hace impar será un año muy caluroso.
- Aunque la creencia más extendida es que si al oír su canto
tienes dinero en el bolsillo no te faltara en todo el año. “Ya me lo conto Kulebras”.
Cuenta la leyenda en Agurain que un hombre muy rico
preocupado por saber cuántos años le quedaban de vida fue a visitar al brujo
del pueblo. Éste le indicó que fuera al bosque a escuchar el canto del
"Cucu" o "Peku" y tantas veces como lo oyera cantar
indicaría los años que le restaban de vida. Cuál fue su tristeza cuando el
"Peku" tras cantar una sola vez desapareció en el bosque. Aquel adinerado
repartió su fortuna entre los necesitados y disfrutó con pasión del último año
que le quedaba.
A finales de Junio o primeros de Julio marchara hacia el
África Subsahariana a pasar el invierno, esperando su vuelta el próximo año,
eso sí… con la cartera llena!!!!!.
